Como en todo en esta vida, no sólo existe el blanco y el negro tampoco en Bolsa. No sólo existe la orden “Compra” y la orden “Vende”. Tenemos un amplio abanico de grises a tener en cuenta, por lo que vamos a entender cuáles son las distintas cartas a las que podemos optar en este juego, al decidir llevar a cabo una operación.
Las principales órdenes de entrada a mercado son la “orden a mercado” propiamente dicha, y las órdenes limitadas.
La orden “a mercado” es la orden del comprador “kamikaze”, es decir, el que compra al precio al que en ese momento justo y determinado haya alguien dispuesto a vender esa acción. El broker se esfuerza por comprar tus acciones “ahora”, y buscará ofertas entre los vendedores dispuestos a venderlas, con el objetivo de asignártelas lo antes posible, no al mejor precio posible. Tú no controlas el precio definitivo al que acabarás comprando, sino que el broker te adjudica las primeras acciones disponibles al precio que sea.
Para evitar desbordar nuestro capital disponible, con malas decisiones de entrada a mercado deberemos investigar, en primer lugar, sobre qué valores se mueve el precio de compra y de venta de las acciones a las que les tenemos el ojo echado y, a continuación, decidir cuál es el precio límite al que deseamos comprar, o en caso contrario, vender nuestras acciones. A esa orden condicionada a un límite cuantificado, se les llama órdenes limitadas.
En el caso de lanzar una orden de compra limitada, le estamos indicando al broker al precio máximo al que estamos dispuestos a comprar una determinada acción. Mientras no exista oferta de venta de esas acciones a menor precio del que ordenamos, el broker se mantendrá a la espera y no ejecutará nuestra compra.
La orden de salida de mercado por excelencia es la conocida como orden de Stop-loss, y se trata de una orden que te permite, sobretodo, ponerle un límite a tus pérdidas. Esta orden te permite indicarle al broker el precio mínimo de cotización de una acción que estás dispuesto a asumir, después de que se haya ejecutado una orden de compra. En definitiva, con una orden de stop le estás indicando al broker a qué precio límite decides vender tus acciones antes de asumir demasiadas pérdidas.
Vamos a verlo con un ejemplo, que siempre se acaban viendo las cosas más claras:
El broker acaba de ejecutar tu orden de compra limitada de 1000 acciones de Telefónica, a 16,5€. Enhorabuena, eres propietario de 1000 acciones de Telefónica y estás profundamente convencido de que la tendencia va a ser al alza.
Nota: Al inversor, al programar su orden de compra limitada, se le olvidó programar una orden de salida, o Stop.
Por contra a todas tus previsiones, Orange realiza una campaña televisiva super-agresiva en precio, por la que Telefónica pierde rápidamente un gran número de afiliados. El precio de la acción de Telefónica cae, en menos de 24 horas, hasta 15,5€. Acabas de perder 1000€ a lo tonto.
Precio de salida (15,5) – Precio de entrada (16,5) * 1000 acciones = -1000€!
Nota: Imagina en qué desastre se podría ver implicado este inversor si, además de esta posición, ¡tuviera abiertas otras tantas en otros activos!
Lo ideal hubiera sido que el inversor, al lanzar la operación de compra limitada, a su vez, hubiera calculado que para esta posición, sólo estaba dispuesto a perder 100€. En este caso, hubiera programado al broker un Stop-loss en 16,4€, porque:
Precio de salida (16,4) – Precio de entrada (16,5)*1000 acciones = – 100€ pérdida
Hay que ser consciente de la necesidad de colocar órdenes de Stop-loss para cada operación de compra. Aunque podemos estar muy convencidos de la tendencia que seguirá un activo, siempre existen factores externos, sobretodo muy ajenos a nuestra voluntad, que hacen que las cosas se tuerzan de la noche a la mañana. Hay que calcular el riesgo que estamos dispuestos a asumir por cada operación y limitar las pérdidas con una puerta de salida, o puerta de atrás “digna”.
Otra de las principales órdenes de salida de una posición es el Stop-profit. Ideal para aquellos que están convencidos de que “más vale pájaro en mano que ciento volando” o de aquello de que “la avaricia rompe el saco”, el Stop-profit te echa de una posición una vez los beneficios han llegado a nuestras expectativas. Es una salida prudente, pero sobretodo digna.
Conclusión
Recuerda siempre limitar tus órdenes de entrada y sobretodo de salida del mercado. Descubre cómo aplicar las órdenes de salida mediante las cuentas demo de los principales brokers recomendados, como Plus500 o eToro, por ejemplo.